Bran Stark es el hijo mediano de Eddard Stark y Cathelyn Tully y hermano de Robb, Sansa, Arya y Rickon. Medio hermano de Jon, tampoco siente especial predilección por él. Bran es un niño que sueña con ser caballero, participar en torneos y ser un gran luchador. Todo eso se ve truncado el día que Jaime Lannister lo arroja desde una ventana. Bran es aficionado a trepar por los muros de Invernalia a pesar de las reprimendas de su madre, el día que pilla a Cersei y a Jaime en plena faena -en el libro es más que eso- Jaime usa su famosa frase "las cosas que hago por amor" para empujar a Bran.
A pesar de la caída el niño no muere sino que se mantiene vivo aunque inconsciente y así sigue durante varios días con intento de asesinato de por medio incluido. Cuando Bran despierta ni su madre, ni su padre, ni sus hermanas están ya en Invernalia. Todos se han marchado. Primero su padre a Desembarco del Rey y poco después su madre para comunicarle las sospechas de que Jon Arryn fue asesinado y que además, alguien ha intentado matar a Bran, probablemente los Lannister.
El lobo de Bran se llama Verano y después de su caída y de que se quede parapléjico se convierte en su todo. A través de Verano Bran sueña que puede correr por el bosque, cazar y divertirse con sus hermanos. Es el don del warg que también tienen otros Stark como Arya, Jon o Rickon pero en Bran es mucho más fuerte. Con el tiempo, y gracias a dos hermanos llegados de la Atalaya de Aguasgrises -Meera y Jojen- descubre que es un verdevidente. Sus sueños con el cuervo de tres ojos son la pista principal y aunque no pueda andar quizá pueda volar, en la mente de los animales.
Cuando Theon destruye Invernalia Bran huye junto a los dos lacustres, la salvaje Osha, su hermano Rickon y Hodor hacia El Norte, más allá del Muro para encontrar al cuervo de tres ojos y a su destino. Allí llega hasta los Hijos del Bosque y el último verdevidente que debe enseñarle a mirar a través de los Arcianos, los Antiguos Dioses ven a través de él y debe cumplir su destino.